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miércoles, 1 de julio de 2009

Las papeleras argentinas y el caso de Botnia

Mucho se ha hablado de los niveles de contaminación que generaría la empresa Botnia en Fray Bentos (Uruguay) y en realidad, no es para menos la preocupación de los habitantes de Gualeguaychú, dado las dimensiones de la planta, la cual producirá 2.800.000 toneladas de pasta celulosa por año. En Argentina se produce 800.000 toneladas anuales repartidas entre 10 plantas.

¿ Qué sucedió en las últimas décadas en Uruguay, país agroganadero por tradición?

En realidad, el Estado Uruguayo al aprobar la Ley Forestal a fines de los años 80 ha estimulado la actividad forestal, motivo por el cual muchas áreas que tradicionalmente se dedicaban a la agricultura y ganadería hoy están forestadas (recordemos que su vegetación natural es el pastizal).
Con posterioridad aprobó la ley de Inversiones que otorga beneficios y garantías a las inversiones extranjeras, la cual permite la repatriación de capitales y el Tratado de Protección de inversiones deja al Estado Uruguayo como "rehén " de las empresas, cercenando su capacidad de control y regulación de la actividad.
La empresa extranjera Botnia ( de origen finlandés), aprovecha aspectos que hacen de su instalación un negocio muy rentable:
  • abundantes recursos forestales.
  • rápido crecimiento de eucaliptos y variedades de pinos, por el clima y tipo de suelo.
  • enorme volumen de agua.
  • excelente localización geográfica .
  • necesidad de creación de puestos de trabajo.
  • normativa ambiental poco exigente ( comparada con la de su país)
  • garantías a sus inversiones.
Sin embargo a pesar de todos estos aspectos favorables existen otros puntos a considerar:
  1. Las plantaciones de especies únicas como el eucalipto ( originaria de Australia) afectan la biodiversidad a la vez que favorecen el desarrollo de plagas.
  2. El modelo forestal uruguayo trajo una serie de transformaciones territoriales como el cambio en el uso del suelo y la especulación en tierras consideradas marginales.
  3. Las plantas de celulosa conllevan un alto nivel de contaminación del aire , (la cual varía según el tipo de tecnología aplicada) y del agua, perjudicando las actividades económicas como la agricultura y el turismo. El agua consumida en un día de producción es de 86 millones de litros que es el equivalente a lo que consume la ciudad de Fray Bentos en todo un mes. El agua utilizada del río es devuelta al río luego de su proceso productivo , con más temperatura de lo habitual, afectando la biodiversidad.
  4. En general, estas plantas en un primer momento generan importantes puestos de trabajo, pero a medida que se van poniendo en funcionamiento ese número disminuye notablemente.
  5. Las plantaciones de eucaliptos afectarán el balance hídrico de la región ya que absorverán una cantidad de agua subterránea afectando la disponibilidad de la misma para otras actividades como la agricultura, ganadería y las ciudades. Cada planta de eucalipto consume de 40 a 70 litros de agua por día provocando el agotamiento de las napas.
Un dato importante: Una de las características más típicas de los finlandeses es su conciencia ambiental. En este país forestal por excelencia, se realiza una labor consciente para la protección de la naturaleza y el desarrollo sostenible. Esto queda plasmado en el programa de desarrollo sostenible aprobado en 1998 y entre ellos figura: la desaceleración del cambio climático, la adopción de nuevos hábitos de producción y el sostenimiento de la biodiversidad.

Los daños o beneficios que ésta planta, ubicada a orillas del río Uruguay, causará a la región se verán con el tiempo...
Pero a esta altura, no podemos desconocer que nosotros los argentinos también tenemos nuestros problemas con nuestras pasteras y es poco o nada lo que la ciudadanía se ha movilizado para detener el deterioro de nuestro ambiente.
Analicemos las pasteras argentinas:

En Argentina existen poblaciones que vienen sufriendo durante años sus consecuencias., por ejemplo en Tucumán y Misiones, con serias secuelas en la salud de los lugareños mayoritariamente con escasos recursos y que necesitan inevitablemente del trabajo.

En nuestro país existen diez pasteras. Las mismas pueden dividirse en tres categorías:
  1. Las que no producen alteraciones en los ecosistemas, por prescindir del cloro. El papel es de baja calidad destinado a papel de diario y de embalaje. Es el caso de Papelera del Noroeste (Jujuy), Pulpa Moldeada ( Río Negro) y Papel Prensa y Massuh ( Prov de Buenos Aires). La tecnología utilizada es TCF y no genera impacto ambiental.
  2. Las que contaminan por su antigua tecnología o falta de tratamiento de efluentes: es el caso de Papel Misionero que si bien tiene tecnología TCF, no trata efluentes. En cuanto a la empresa Alto Paraná ( Misiones) fue cuestionada por ambientalistas y vecinos por la contaminación del aire y destrucción de bosques nativos. La empresa afirma con cumplir el estándar internacional Tecnología ECF( sistema de blanqueo parcialmente libre de cloro)
  3. Las que utilizan cloro elemental ( muy tóxico para el blanqueo) Son las más contaminantes y en Argentina son: Celulosa Puerto Piray ( Misiones), Celulosa Argentina en Santa Fe. Los ambientalistas dicen que la empresa utiliza cloro elemental, la empresa lo niega. Es denunciada por generar "mal olor" y contaminar el Paraná. Papelera Tucumán: sus directivos fueron procesados penalmente por la Cámara Federal de Tucumán por contaminación de aguas y destrucción de especies autóctonas con efectos perjudiciales para la agricultua y la salud y Ledesma (Jujuy) cuestionada por ambientalistas por la contaminación del aire.
Si bien el papel es necesario para múltiples actividades de nuestra vida cotidiana, también es cierto que el hemisferio norte consume mucho más papel que el hemisferio sur. Los países más desarrollados han entendido la importancia del cuidado del ambiente, ellos ya han contaminado sus ríos, han sufrido la lluvia ácida, la mortandad de peces, etc. pero las sociedades de estos países necesitan del papel y por este motivo buscan localizar sus plantas lejos de sus fronteras.
La economía y la ecología son dos caras de la misma historia.
En un proceso productivo cualquiera, el costo ambiental siempre existe. O se paga con daño ambiental o se incorporan tecnologías que minimicen su impacto, disminuyendo los márgenes de ganancia de las empresas, pero con menores consecuencias en lo ambiental y social.
Corresponderá a los gobernantes de los Estados, realizar una gestión territorial donde encuentre un marco para el beneficio económico del país y a su vez el menor impacto a su ambiente y la salud de sus habitantes. Los estudios de impacto ambiental y la sanción de leyes bajo estos principios y el posterior control del accionar de las empresas, puede resultar una manera de encontrar la mejorar alternativa y beneficio para todos.



Este informe fue realizado con la participación de las alumnas Agustina Manzone y Daniela Solorza de 4to año de la Escuela de Comercio Nº12 DE 21. ¡Gracias por la colaboración y el compromiso en la tarea!

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