A continuación transcribo la declaración realizada por la Academia Nacional frente a los diseños curriculares.
Declaración sobre la posición de la Geografía en el espectro científico y en el ámbito educativo ante la Ley Federal de Educación, aprobada en la Sesión Extraordinaria de la Academia realizada el 14 de diciembre de 2001.
En los enunciados axiomáticos de la Ley Federal de Educación se desarrollan principios que parecieron inspirados en el respeto y consideración por la geografía como instrumento básico para la formación de la conciencia territorial de los ciudadanos, en un marco republicano formador de identidad nacional y valorización de la soberanía argentina.
Sin embargo, potenciada por un lento proceso de adecuación en distintos niveles, la geografía fue viéndose cada vez más desleída y desperdigada en las sucesivas instancias de definición curricular en los últimos años. En muchos casos se trató de acuerdos federales, los cuales tuvieron etapas previas de discusión.
Muchos geógrafos e instituciones - incluidos universidades e institutos del profesorado - llamaron la atención sobre la progresiva desnaturalización de la disciplina y una merma dentro del conjunto. A pesar de esto los planteos de los especialistas no fueron escuchados, diluyéndoselos en un maremagnum de opiniones y criterios que terminaban siendo descartados en favor de las propuestas originales, impuestas desde el nivel nacional.
La Academia Nacional de Geografía, entidad consultora de los requerimientos del Estado en esta especialidad, quiere hacer notar este paulatino empobrecimiento, reflejado en primera instancia en el desarrollo de los Contenidos Básicos Comunes y, consecuentemente en una disminución cualitativa y cuantitativa del personal docente aplicado a la enseñanza de la geografía en todos los estadios (aunque especialmente visible en la competencia de los profesores, correspondiente a la Educación General Básica, tercer nivel, y Polimodal).
En múltiples oportunidades las entidades geográficas han realizado presentaciones con pedidos, críticas y hasta demostraciones públicas referidas a tal problemática. La mayoría de las veces no han tenido el eco esperado en los niveles de decisión.
A la citada posición se suma el criterio unánime de los directores de Departamentos de Geografía de Universidades Nacionales. En su reunión de esta Red Interdepartamental de Universidades, producida en Comahue, en la que participaron diecinueve universidades y referentes extranjeros, se emitieron severos juicios respecto de la participación de la geografía en la educación argentina, argumentos que fueron volcados en un volumen de colaboraciones titulado La geografía en la Universidad Argentina – Experiencias, dificultades y perspectivas (Neuquén, Universidad del Comahue, 2000).
La Academia Nacional de Geografía no puede permanecer al margen de esta grave situación tan perjudicial, no sólo para la disciplina y sus cultores, sino, especialmente, para los ciudadanos de futuras generaciones. Una vez más quiere destacar particularmente la incidencia de este problema en dos cuestiones claves: la agudización de la tradicional dicotomía entre geografía física y geografía humana y la incertidumbre de la inserción profesional frente al vaciamiento de la disciplina en el currículo vigente.
En efecto, la identidad de la geografía se fundamenta en su visión integral de la realidad. Geografía no es la suma de los contenidos físicos y de los humanos; geografía es la interrelación de ambos. Refuerza este argumento la cita que a continuación se transcribe:
Los rasgos físicos no interesan en sí mismos: interesan en la medida en que han sido usados y continúan usándose en términos de organización y construcción territorial. El territorio es así una construcción físico-histórica. Las sociedades no se desarrollan prescindiendo de las dificultades naturales. Cada sociedad tiene su propio modo de relación, de apropiación y de utilización del cuadro natural, transformado según los medios técnicos del momento y el tipo de organización de la sociedad. (Scheibling, J., 1994, Paris, Hachette).
Como hemos señalado, los cambios curriculares, inspirados en la aplicación de la Ley Federal, apuntan a ubicar a la geografía en la llamada “área de ciencias sociales” y quedan desplazados otros contenidos tradicionalmente identificados con la naturaleza, ámbito propio de la geografía física. Esto impide establecer las interrelaciones que son específicas del espíritu de la geografía.
Esta particularidad, de una mal llamada “ciencia social” - en singular -, que ignora la esencia de la geografía, ya fue advertida por Luis A. Romero hace más de 35 años, cuando decía:
...se habla de una cosa nueva llamada ciencia social; esta ciencia social no existe. De lo que se está hablando es de un híbrido a constituir, que no tiene el menor estatuto científico, sumando un poquito de cada disciplina. Plantear a nivel curricular una ciencia social es crear algo que no tiene anclaje en la ciencia. No se puede enseñar lo que no se conoce. (Romero, L. A.1966) .
Refuerza estos argumentos la opinión producida por otros especialistas. En una declaración, emitida hace cuatro años, la Academia Nacional de la Historia, aludiendo a la Ley Federal de Educación expresa:
Sobre todo queremos hacer hincapié en una observación que nos parece fundamental: si la llamada área de ciencias sociales es concebida como un grupo de disciplinas que conservan su individualidad, modos de abordaje y metodología, y que fueran enseñadas por profesores formados básicamente en cada una de ellas, no habría nada que objetar. Si, en cambio, por área de ciencias sociales ha de entenderse un híbrido hecho de retazos yuxtapuestos de historia, geografía, antropología, economía y ciencia política, que amontona contenidos y categorías de todas ellas, se configuraría un grave error que perjudicaría la formación de los alumnos, en una edad que están perfectamente capacitados para entender contenidos articulados sobre la base de lo disciplinar (Tau Anzoátegui, V. et al. 1997, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia).
La aplicación de la Ley Federal de Educación ha generado una grave anarquía en el campo educativo, la que sistemáticamente se tradujo en pérdidas sustanciales para la geografía, que debería ser una disciplina núcleo en todos los niveles, por sus contenidos conceptuales, de procedimiento, valores y actitudes. Sobre este peligro se pronunció, en 1992, a nivel mundial, la Comisión sobre Educación Geográfica de la Unión Geográfica Internacional que publicó al respecto su Carta Internacional, proclamada en ocasión del 27° Congreso Internacional de Geografía realizado en Washington.
De allí la aparición de dificultades, perjuicios e injusticias respecto de la competencia en los títulos, falta de aplicación de puntajes equitativos y de habilitación en los diferentes niveles, problemas generados a la sombra de una diversidad preocupante en las formas de implementación. Tal falta de coherencia se genera al no existir acuerdos básicos motivados por la poca claridad de la Ley y trae incongruencias a nivel de las provincias y entre los ámbitos educativos oficiales y privados.
En consecuencia, los miembros de número de la Academia Nacional de Geografía, reunidos en sesión extraordinaria con el propósito particular referido en el epígrafe, recomienda que:
Se respete la identidad científica de la geografía, reconociendo la vigencia de su potencialidad y valores en la educación argentina.
Se evite la dispersión de sus contenidos entre las ciencias naturales y las ciencias sociales.
Se recompongan los cuadros de cada disciplina para dar a la a la geografía el lugar que le pertenece.
Se categorice y seleccione al cuerpo docente titulado en geografía en virtud de su idoneidad específica.
Por todo lo expuesto, y tomando en cuenta la trascendencia de los problemas mencionados, la Academia Nacional de Geografía, reitera su disposición para asesorar a los cuerpos de Ejecución –misión que estatutariamente es de su incumbencia y propone la consulta a otros organismos geográficos competentes.
Para la elaboración de esta declaración se designó una comisión, cuyo coordinador fue el Dr. Ricardo Capitanelli y estuvo integrada por la profesora Efi Ossoinak de Sarrailh, la profesora Mabel G. Gallardo, el doctor Mariano Zamorano, el doctor Jorge A. Pickenhayn y la doctora Josefina Ostuni.
Parte de la presentación efectuada el 29 de junio de 2006, ante el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología acerca de su posición respecto de la enseñanza de la Geografía, firmada por su presidenta la Prof. Efi E. O. de Sarrailh.
El estudio de la Geografía en forma independiente, tiene un papel formativo innegable, tanto en el joven alumno escolar, como en el joven universitario. Es base fundamental de grandes valores educativos y brinda posibilidades de logro a múltiples problemas de comprensión y explicación a infinidad de temas con los cuales mantiene privilegiados contactos.
Nos referimos especialmente a razonamientos y explicaciones no sólo relacionados con la Historia, saber fundamental que constituye muchas veces, no solo base indispensable para la Geografía, sino también con campos intelectuales múltiples como la Geología, Sociología, Economía, Demografía y otros, y no pocos, que han logrado una independencia en ciertos programas escolares, que deterioran la interpretación legítima de nuestra ciencia.
Mucho se desconoce el hecho que:
“La Geografía es también una disciplina muy dinámica que ha experimentado cambios importantes a lo largo del siglo XX, y especialmente a partir de la década de 1950. Ello ha introducido diferentes tradiciones y aproximaciones a los objetos de su estudio”.
Esta afirmación de Horacio Capel, de la Universidad de Barcelona, nos hace reconocer los formidables adelantos que diversos saberes actuales han brindado a la expansión y explicación de los conocimientos geográficos.
La Academia Nacional de Geografía mantiene la idea de lograr una educación de calidad para la Argentina del siglo XXI (página 18 del Documento de Discusión) y la necesidad de aceptar las características de un país multicultural (Ibid. Punto III, página 33) estimamos que deberían organizarse los contenidos en los actuales niveles, a fin de valorizar la importancia de la Geografía en sus dos variantes: física y humana. Su empobrecimiento en el diseño curricular vigente pone en evidencia el peligro de su falta de peso en la educación argentina. Es imprescindible recuperar la Geografía como instrumento para construir la identidad nacional y también para conocer, reflexionar e intervenir sobre el mundo.
Una educación que valorice los estudios geográficos, contribuirá a generar ejes sólidos para un modelo de nación realista y en recuperación. Respaldamos la idea de una educación basada en la diversidad, como se enuncia en el Documento de Discusión.
El país tiene profesionales geógrafos tanto en calidad como en número, para realizar esta tarea. La Universidad Argentina cuenta con más de treinta carreras en Geografía, a los que deben sumarse los Institutos de Profesorado, que pueden responder eficientemente a los requerimientos del sistema educativo.
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Hoy los docentes de la Ciudad de Buenos Aires, vemos en los programas diseñados en el año 2009 y aplicados en el 2010, como queda plasmada la fragmentación de "Nuestra Patria" al no incluir en los contenidos mínimos la Argentina marítima, insular y antártica. Esto es mucho peor que el debate respecto de si la geografía es física o humana o la integración de ambas. Es decir que cada vez más, quienes diseñan la currícula están más lejos de las metas de la educación geográfica.
¿ Qué es la Patria?
Concepto que invoca a la tierra de los padres, herencia recibida de los antepasados , herencia cultural, de tradiciones.
¿ Qué argentino puede cuestionar , que el Mar Argentino y su plataforma, Malvinas y la Antártida Argentina no son parte de nuestra Patria?
Justamente " el sentimiento patriótico" de los docentes hacia estos rincones de nuestra Patria,(lamentablemente desestimados en ciertos grupos de geógrafos argentinos) hace que más allá, de que se traten de espacios con soberanía plena( Mar territorial), soberanía económica ( Zona económica Exclusiva), en litigio de soberanía ( Malvinas ) o sin reconocimiento de soberanía ( Antártida Argentina) nos inspira a luchar por su reincorporación como contenidos mínimos y de promoción, PORQUE SON PARTE DE NUESTRA PATRIA.
De más está aclarar NUESTRA INTENCIÓN DE PONDERAR A TRAVÉS DE LA ENSEÑANZA DE LA GEOGRAFÍA , TODOS LOS ESFUERZOS REALIZADOS POR GENERACIONES DE ARGENTINOS EN ESTOS 200 AÑOS DE HISTORIA, DONDE DE MANERA RECURRENTE SE HAN REALIZADO ACTOS DE SOBERANÍA EN ESTOS ESPACIOS: OCUPACIÓN, IZAMIENTO DE BANDERA, RECONOCIMIENTO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL, ACTIVIDADES CIENTÍFICAS , COMERCIALES Y HASTA LLEGAR AL CONFLICTO ARMADO POR MALVINAS A FIN DE QUE ESA OCUPACIÓN ILEGAL LLEGUE A SU FIN.
Para cerrar es importante destacar que no se puede amar a la Patria , si no se la conoce y quienes han redactado estos contenidos mínimos le están limitando de conocer a las nuevas generaciones un "SECTOR DE NUESTRA PATRIA" muy codiciada por los Estados Centrales y empresas transnacionales por las riquezas naturales que encierran o delegando dicha responsabilidad a los docentes.
Deseamos que tanto las autoridades ministeriales como legislativas , a través de las acciones emprendidas por los docentes, puedan comprender "el sentido de semejante omisión" y sus consecuencias en la formación de la conciencia e identidad nacional de las futuras generaciones de argentinos.