Según la FAO, la globalización seguirá ocasionando cambios en esta región.
A pesar de que la densidad de población es reducida en América del Sur, los elevados precios de los alimentos y combustibles favorecerán el desmonte continuado, para aumentar la producción de ganado y de cultivos para abastecer la demanda mundial, en especial a medida que las economías sudamericanas incrementan sus vínculos con las economías asiáticas.
La agricultura comercial a gran escala, enfocada a las exportaciones ha aumentado . Son ejemplos concretos: la soja, cultivos para biocombustibles, carne, frutas, hortalizas y este avance de la frontera agropecuaria es el principal causa de la deforestación.
Entre 1990 y 2005, esta región perdió casi 64.000.000 de hectáreas, un 7 % de la superficie forestal. Todos los países perdieron superficie forestal a excepción de Chile y Uruguay, que registraron tendencias positivas debido a los programas de plantas industriales a gran escala.
En Chile, las políticas gubernamentales aplicadas durante varios decenios para promocionar los bosques plantados y las inversiones privadas, han resultado en una industria forestal altamente diversificada y en una superficie de plantación de más de 2 millones de hectáreas. La estrategia de desarrollo nacional fomenta incentivos financieros para las plantaciones forestales industriales. Los instrumentos jurídicos definen las subvenciones y regulan la explotación maderera y favorecen así a los propietarios en pequeña y mediana escala y las plantaciones en áreas degradadas. En la actualidad el 20% de las exportaciones y el 4% de su producto bruto corresponden al sector forestal.
En Uruguay el gobierno ha apoyado los bosques plantados desde 1987 mediante la concesión de beneficios fiscales cuando se establecen en áreas prioritarias forestales, cuya extensión aproximada alcanza las 3 millones de hectáreas. El terreno llano, el tipo de clima y suelo favorecen el desarrollo de especies de rápido crecimiento.
En cuanto a Brasil si bien la deforestación continúa, es el país líder de la región en cuanto a la inversión en investigación y desarrollo, destinando el 1% del PBI, cuando la mayoría de los países destinan menos del 0,5% de su PBI. Para ello ha creado un marco jurídico: la ley de innovación de 2004. Las disposiciones sobre la financiación de la ciencia y la tecnología han mejorado y se han realizado esfuerzos específicos para vincular las instituciones dedicadas a la investigación con la industria. Las áreas de investigación de especial interés para la actividad forestal de la región son las tecnologías de la información y la comunicación, la tecnología de sensores remotos para realizar el seguimiento de los cambios de la superficie forestal, las tecnologías para incrementar la productividad de los bosques plantados, los sistemas de precisión en el madereo y las tecnologías relativas a los biocombustibles, en particular biocombustible celulósico. Además de liderar el mayor programa mundial de biocombustibles en base al etanol( a partir del azúcar) en su matriz energética, Brasil emplea grandes cantidades de carbón vegetal en su industria siderúrgica..
Por otro lado, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú se sitúan entre los países con mayor biodiversidad, dado que la ladera oriental de los Andes es el área biológicamente más diversa del mundo. No obstante la región es líder en cuanto al número de especies de árboles consideradas en peligro o vulnerables a la extinción. La creación de áreas protegidas ha sido fundamental para la conservación de especies. Entre 1990 y 2007, la superficie de áreas protegidas aumentó de 213 millones a 451 millones de hectáreas. La conservación suele entrar en conflicto con la minería, la extracción de petróleo, la agricultura y la explotación maderera.
¿ Cómo es la situación en Argentina?
El primer dato disponible de superficie de bosques en Argentina, corresponde al Censo Nacional Agropecuario de 1937 que indica una superficie de 37.535.308 hectáreas de bosques nativos. Para 1987 la superficie se ha reducido a 35.180.00 hectáreas y en 1998, 33.190.442 ( según estimaciones de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dirección de Bosques). El mismo organismo estima que la deforestación para el período 1998-2002 tiene valores cercanos a 200.000 hectáreas por año.
La principal causa de la deforestación desde 1990 a la fecha se asocia a la siembra directa y cultivos transgénicos ( soja) y el contexto internacional ( globalización).
Las provincias que más han talado los bosques nativos en el período 1998-2002 son : en primer lugar, Santiago del Estero ( 306.ooo ha), le sigue Salta ( 194.389 ha), Chaco ( 117.974 ha) , Córdoba ( 121.107 ha).
Argentina está enfrentando uno de los procesos de deforestación más fuerte de su historia, con el agravante que el reemplazo de bosques nativos se realiza especialmente por el monocultivo sojero, en suelos vulnerables a la erosión. Las precipitaciones en las regiones donde se produce el avance de la frontera agropecuaria, limitan la agricultura aumentando potencialmente el deterioro de los suelos, por lo cual aumenta la incertidumbre en cuanto a la rentabilidad y sustentabilidad a largo plazo de este tipo de producciones. Especial situación reviste las provincas de Santiago del Estero y Salta.
La falta de ordenamiento territorial permite que la frontera agrícola continúe avanzando sobre los bosques nativos.
Hoy, la deforestación constituye una de las mayores amenazas para el equilibrio biológico de todo el planeta.
Imágenes: Bosques nativos en Salta. ( Fotos : Edith)
A pesar de que la densidad de población es reducida en América del Sur, los elevados precios de los alimentos y combustibles favorecerán el desmonte continuado, para aumentar la producción de ganado y de cultivos para abastecer la demanda mundial, en especial a medida que las economías sudamericanas incrementan sus vínculos con las economías asiáticas.
La agricultura comercial a gran escala, enfocada a las exportaciones ha aumentado . Son ejemplos concretos: la soja, cultivos para biocombustibles, carne, frutas, hortalizas y este avance de la frontera agropecuaria es el principal causa de la deforestación.
Entre 1990 y 2005, esta región perdió casi 64.000.000 de hectáreas, un 7 % de la superficie forestal. Todos los países perdieron superficie forestal a excepción de Chile y Uruguay, que registraron tendencias positivas debido a los programas de plantas industriales a gran escala.
En Chile, las políticas gubernamentales aplicadas durante varios decenios para promocionar los bosques plantados y las inversiones privadas, han resultado en una industria forestal altamente diversificada y en una superficie de plantación de más de 2 millones de hectáreas. La estrategia de desarrollo nacional fomenta incentivos financieros para las plantaciones forestales industriales. Los instrumentos jurídicos definen las subvenciones y regulan la explotación maderera y favorecen así a los propietarios en pequeña y mediana escala y las plantaciones en áreas degradadas. En la actualidad el 20% de las exportaciones y el 4% de su producto bruto corresponden al sector forestal.
En Uruguay el gobierno ha apoyado los bosques plantados desde 1987 mediante la concesión de beneficios fiscales cuando se establecen en áreas prioritarias forestales, cuya extensión aproximada alcanza las 3 millones de hectáreas. El terreno llano, el tipo de clima y suelo favorecen el desarrollo de especies de rápido crecimiento.
En cuanto a Brasil si bien la deforestación continúa, es el país líder de la región en cuanto a la inversión en investigación y desarrollo, destinando el 1% del PBI, cuando la mayoría de los países destinan menos del 0,5% de su PBI. Para ello ha creado un marco jurídico: la ley de innovación de 2004. Las disposiciones sobre la financiación de la ciencia y la tecnología han mejorado y se han realizado esfuerzos específicos para vincular las instituciones dedicadas a la investigación con la industria. Las áreas de investigación de especial interés para la actividad forestal de la región son las tecnologías de la información y la comunicación, la tecnología de sensores remotos para realizar el seguimiento de los cambios de la superficie forestal, las tecnologías para incrementar la productividad de los bosques plantados, los sistemas de precisión en el madereo y las tecnologías relativas a los biocombustibles, en particular biocombustible celulósico. Además de liderar el mayor programa mundial de biocombustibles en base al etanol( a partir del azúcar) en su matriz energética, Brasil emplea grandes cantidades de carbón vegetal en su industria siderúrgica..
Por otro lado, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú se sitúan entre los países con mayor biodiversidad, dado que la ladera oriental de los Andes es el área biológicamente más diversa del mundo. No obstante la región es líder en cuanto al número de especies de árboles consideradas en peligro o vulnerables a la extinción. La creación de áreas protegidas ha sido fundamental para la conservación de especies. Entre 1990 y 2007, la superficie de áreas protegidas aumentó de 213 millones a 451 millones de hectáreas. La conservación suele entrar en conflicto con la minería, la extracción de petróleo, la agricultura y la explotación maderera.
¿ Cómo es la situación en Argentina?
El primer dato disponible de superficie de bosques en Argentina, corresponde al Censo Nacional Agropecuario de 1937 que indica una superficie de 37.535.308 hectáreas de bosques nativos. Para 1987 la superficie se ha reducido a 35.180.00 hectáreas y en 1998, 33.190.442 ( según estimaciones de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dirección de Bosques). El mismo organismo estima que la deforestación para el período 1998-2002 tiene valores cercanos a 200.000 hectáreas por año.
La principal causa de la deforestación desde 1990 a la fecha se asocia a la siembra directa y cultivos transgénicos ( soja) y el contexto internacional ( globalización).
Las provincias que más han talado los bosques nativos en el período 1998-2002 son : en primer lugar, Santiago del Estero ( 306.ooo ha), le sigue Salta ( 194.389 ha), Chaco ( 117.974 ha) , Córdoba ( 121.107 ha).
Argentina está enfrentando uno de los procesos de deforestación más fuerte de su historia, con el agravante que el reemplazo de bosques nativos se realiza especialmente por el monocultivo sojero, en suelos vulnerables a la erosión. Las precipitaciones en las regiones donde se produce el avance de la frontera agropecuaria, limitan la agricultura aumentando potencialmente el deterioro de los suelos, por lo cual aumenta la incertidumbre en cuanto a la rentabilidad y sustentabilidad a largo plazo de este tipo de producciones. Especial situación reviste las provincas de Santiago del Estero y Salta.
La falta de ordenamiento territorial permite que la frontera agrícola continúe avanzando sobre los bosques nativos.
Hoy, la deforestación constituye una de las mayores amenazas para el equilibrio biológico de todo el planeta.
Imágenes: Bosques nativos en Salta. ( Fotos : Edith)