Fotos de mis viajes por el país

viernes, 11 de septiembre de 2009

El agua potable y los servicios cloacales en la cuenca Matanza-Riachuelo.


El Matanza-Riachuelo es un curso de agua altamente contaminado, debido a los efluentes industriales y domiciliarios que ha recibido a lo largo de su historia. Tiene una superficie de 2240 Km2, es colectora de 60 afluentes y se extiende sobre un escenario altamente poblado y de gran marginalidad del país. Viven 3.117.332 habitantes. Los indicadores de calidad de vida distan de ser favorables. En la cuenca se concentra el 46% de la población del Gran Buenos Aires residentes en villas de emergencia, con alta desocupación y elevados niveles de pobreza e indigencia.
La cuenca es un medio físico de escasa pendiente, vulnerable a las inundaciones periódicas y donde los efectos de las precipitaciones y las sudestadas dejan graves secuelas, con daños a viviendas, infraestructura y equipamientos, afectando las condiciones de vida de la población.
La distribución del servicio de agua potable es dispar, en algunos casos está a cargo del municipio y en otros se encuentra terciarizado, en manos de empresas privadas.
Los hogares que no reciben agua de red se abastecen de perforaciones subterráneas, pozos de agua, transporte por cisterna o mediante la recolección de agua de lluvia o de las aguas de los arroyos.

Los municipios más afectados por la falta de servicio de agua potable son :

  • Ezeiza: con sus 118.807 habitantes, una densidad de 532,8%, el 79,21% de su población carece de agua de red.
  • Cañuelas: con 42.575 habitantes ,una densidad de 35,4 Hab/ km2, el 60,45 % carece de servicio de agua de red.
  • Merlo con una población de 469.985 hab, una densidad de 2.764,6 hab/km2, el 49,9% no dispone de agua de red.
  • En la situación opuesta, los partidos más beneficiados con una cobertura superior al 95% son: Lanús, Avellaneda y Lomas de Zamora. Con igual cobertura nos encontramos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, destacando que el mayor déficit se encuentra en la zona sur, donde se localizan las principales villas de emergencia de la jurisdicción. ( Fuente: Censo Nacional de población, hogares y viviendas 2001)
Los hogares e industrias que no reciben agua de red, se abastecen principalmente de las aguas subterráneas de la Formación Puelche.
El primer acuífero o napa se encuentra por encima de los 10 metros de profundidad y sus aguas son de mala calidad, debido a la contaminación química y bacteriológica. Este acuífero es explotado en áreas urbanas principalmente por la población marginal y se utiliza para uso doméstico y en áreas rurales por la industria lechera.
El segundo acuífero se ubica entre los 10 y 30 metros y se encuentra sujeto a contaminación por infiltración de diferentes sustancias. Es utilizado por particulares, pequeñas industrias y productores agrícolas y ganaderos.
El tercer acuífero se sitúa entre los 30 y 70 metros de profundidad y contiene aguas de buena calidad.

EFLUENTES CLOACALES:
Los efluentes cloacales se encuentran contaminados por materia fecal y productos químicos utilizados en el hogar. Los factores de riesgo son las bacterias ( como la Esterichia coli), y las sustancias tóxicas .
En el sector bonaerense, más del 60% de los hogares pertenecientes a la cuenca no posee sistemas de desagues en red, mientras que más del 90% de los hogares de la zona sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sí gozan del servicio.
El partido de Avellaneda posee la mejor cobertura con un 72,73% de población con cloacas. Los partidos más desfavorecidos son: Ezeiza ( 83,1%), Esteban Echeverría ( 81,8%) Almirante Brown ( 79,7%), Merlo ( 75,2 %), Gral Las Heras( 68,6 %), Lomas de Zamora ( 66,98%), Cañuelas ( 60,1%), Lanús ( 59,1%) La Matanza ( 48,4%). Fuente : Censo Nacional de Población, hogares y viviendas 2001.
Los hogares que no acceden al servicio de redes cloacales, realizan sus descargas a cámaras asépticas, pozos ciegos ( cuya excavación llega muy cerca de la primera napa).
Como muchos de los hogares que poseen este tipo de descarga, carecen a su vez de agua potable, son áreas de alto riesgo de infecciones y epidemias por contaminación de aguas, es decir EZEIZA, CAÑUELAS Y MERLO son las áreas más vulnerables.

Si a esta situación le sumamos las INUNDACIONES PERIÓDICAS, EL PANORAMA ES DESOLADOR.

Las crecidas se producen por las precipitaciones que causan inundaciones en las áreas más bajas de la cuenca, por insuficiencia de conducción del curso principal, deficiencia en los drenajes pluviales, carencia de planificación en el uso del suelo, ausencia de terraplenes de protección.
Es decir, son inundaciones urbanas porque las viviendas están construídas en el VALLE DE INUNDACIÓN DEL RÍO O DE SUS AFLUENTES.
El efecto de la sudestada dificulta el drenaje, generando inundaciones en la zona de la desembocadura hacia el Río de la Plata ( La Boca, Barracas, Lanús y Avellaneda).

La resolución de esta problemática requiere la concresión de acuerdos entre diferentes jurisdicciones ( Gobierno de la Ciudad, Provincia de Buenos Aires, Nación) a través del manejo integral de la cuenca, para lo cual es prioritario una fuerte voluntad política para llevarlo a cabo.
Ninguna otra carencia provoca tantos daños a la salud y pérdidas de vida de niños menores a 5 años, como lo es la carencia de agua potable.
La Cuenca Matanza-Riachuelo constituye una deuda histórica de la política a la gente que ya no se puede postergar.

No hay comentarios: