Aprender a convivir. Educación ciudadana.

Aprender a convivir exige cultivar las actitudes de apertura, un interés positivo por las diferencias y un respeto por la diversidad.
Como cualidades ciudadanas unificadoras de la comunidad y facilitadoras de la convivencia se encuentran:

• La aceptación del pluralismo y la diversidad.
• El respeto.
  
• La capacidad y predisposición para ponerse en el lugar del otro, a sentir con el otro.
• El empleo del diálogo como enriquecimiento mutuo y como solución de conflictos por la vía del consenso.
• El compromiso con el bien común.
• El desarrollo de actitudes de cooperación entre comunidades.

El desideratum de la educación ciudadana consiste en enseñar a convivir, a alcanzar la madurez psicológica y social para " ponerse en el lugar del otro", " para colaborar en la construcción de la persona", "para valorar la dignidad humana" para creer sin utopías que la comunidad es ciertamente mejorable a partir de la acción e implicación de sus miembros.
Se debe potenciar y propiciar el desarrollo de una pedagogía participativa, en la que se enseñe a los alumnos a implicarse activamente en la participación y toma de decisiones.
La convivencia , la capacidad de vivir juntos, de dialogar, de acoger al otro, de compartir, son cualidades cada vez más valoradas en la sociedad actual, en la vida social, laboral, privada y profesional.
La convivencia con otros en una sociedad pluralista juega un papel cada vez más destacado en la línea de potenciar el diálogo cultural.
Sabemos que no todas las personas tienen la misma facilidad para las relaciones humanas, la comprensión propia y ajena. Esto hace referencia a la personalidad de cada uno, pero es estimulante y alentador reconocer que esto también se puede educar.
La convivencia es algo que se crea, se desarrolla y se cultiva , no es algo que nos venga dado, exige tiempo, cuidado, recreación y sobre todo presencia," estar con" y "sentir con el otro".
Lo interesante en este proceso es que en la construcción de este camino cambian tanto los que lo hacen, como a los que se destina.
Aprender a convivir, desarrolla las potencialidades del ser más profundo y originario de la persona.