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viernes, 15 de enero de 2010

Educar con calidad, ¿sólo tarea de docentes?


Cada vez más utópico parece "educar con calidad" en nuestro país.
Vivimos un tiempo de profundas transformaciones, un cambio de paradigma, donde los jóvenes tienen más saberes tecnológicos que sus padres y docentes; donde los padres en vez de aliarse con la escuela para lograr" juntos" resultados superadores en la formación de sus hijos, se enfrentan con los docentes con tal de lograr un certificado de estudios que los habilite a ingresar en el mundo del trabajo. Poco parecería interesarles que sus hijos aprendan SABERES,PROCEDIMIENTOS Y VALORES, que son las metas primordiales de la institución escolar.
Muchos padres están convencidos que esta manera de presionar a la escuela, de excusar a sus hijos ( a veces por situaciones familiares o de otro origen) están ayudando a sus hijos, cuando en realidad no advierten el daño que le están ocasionando, dado que el mundo que les va a tocar vivir es un mundo " exigente" y " competitivo".
Por otro lado, los jóvenes tienen muy claro LOS DERECHOS que les corresponden, pero no tienen "tan claro" LOS DEBERES, LAS OBLIGACIONES.
Es, en líneas generales una generación muy contestataria y cuestionadora, lo cual no significa que en esencia sea algo negativo, dado que la adolescencia es por naturaleza una edad de cuestionamientos y rebeldías, situaciones que se dan en un momento de búsqueda de "aquella persona que quiero ser", EN UN MOMENTO EN QUE SE LIBRA UN PROFUNDO DEBATE INTERNO, QUE DARÁ COMO RESULTADO FINAL, LA CONFORMACIÓN DE LOS RASGOS DE LA PERSONALIDAD DEL SUJETO.
El punto es que con mucha frecuencia se observa el cuestionamiento sin fundamento alguno, es el hecho de cuestionar, por cuestionar...
Resulta realmente difícil lograr que LOS ADOLESCENTES se comprometan, se motiven y participen activamente en las clases o algún proyecto, lo cual no significa que sea imposible.

El docente actual tiene la obligación de innovar para lograr "llegar al alumno", aunque en muchas oportunidades no cuente con las herramientas y ni los recursos para poder lograrlo. Además debe contar con una fuerte formación en pedagogía y psicología.

La falta de interés en la escuela, se da en el mejor de los casos, es decir en aquellos jóvenes que transitan las aulas. No es lo peor que nos sucede.

En Argentina hay un millón de jóvenes que ni están escolarizados, ni trabajan. Esto trae enormes y graves consecuencias a la sociedad, porque son personas excluídas totalmente del sistema. La deserción escolar en Argentina en el nivel medio es del 50%, acentúandose en los hogares pobres. En la provincia de Buenos Aires la deserción ha aumentado un 130% en el período 2000-2006 y se duplicó la repitencia.
En el año 2006, Argentina ocupó el puesto 52 de 56 países en evaluaciones realizadas en matemática, el puesto 53 de 57 países en lectura y el 51 de 57 en ciencias.
Es decir, que ni siquiera aquellos que acceden a la educación logran una educación de calidad comparándose con otros países. Esto habla a las claras de lo "DECADENTE DE NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO", RESPONSABILIDAD EN PRIMER LUGAR, DE NUESTROS DIRIGENTES POLÍTICOS, que parecerían no estar demasiados interesados en AUMENTAR LA INVERSIÓN EN EDUCACIÓN.
UNA REFORMA EDUCATIVA A LA ALTURA DE LOS PAÍSES MÁS DESARROLLADOS IMPLICA ENORMES SUMAS DE DINERO.
ADEMÁS TAMPOCO SE TRATA DE COPIAR MODELOS EXTERNOS, PODEMOS TOMAR IDEAS, PERO EXISTEN EN NUESTRO PAÍS ESPECIALISTAS EN EDUCACIÓN CAPACES DE DISEÑAR UN SISTEMA EDUCATIVO CONFORME A NUESTRA PROPIA REALIDAD SOCIAL y CULTURAL.
Asimismo, una reforma educativa no puede ser ajena a las políticas sociales y económicas, por lo cual resultaría preciso instalar el debate en la sociedad sobre CUAL ES EL "MODELO DE PAÍS" CON QUE NOS PROYECTAMOS AL PRÓXIMO CENTENARIO.
Si tan sólo queremos seguir exportando materias primas sin VALOR AGREGADO, con el alto costo QUE EL ACTUAL MODELO EXPLOTACIONISTA DE RECURSOS NATURALES ejerce SOBRE NUESTRO TERRITORIO , tal vez no sea necesaria reforma alguna.
Si deseamos " un desarrollo sostenible", "ser innovadores en la sociedad del conocimiento" es evidente que no estamos a la altura de las circunstancias.

Como docente del nivel medio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ( una de las jurisdicciones más ricas del país, aunque con severas fragmentaciones socioterritoriales entre los barrios del Norte y del Sur), soy testigo cada año, del "deterioro en calidad" con la que los alumnos ingresan al 1er año de la escuela secundaria.
Se inician en el nivel medio luego de haber cursado siete años de escuela primaria," sin capacidad de lectura", es decir no entienden lo que leen. Esto no solo se refleja en las evaluaciones realizadas a nivel internacional, sino en el día a día. No logran expresar ideas con claridad, el vocabulario es mínimo, no traen asimilado el "hábito de trabajar", de realizar tareas en el hogar, son muy desorganizados en cuanto a sus tiempos, están acostumbrados a " zafar" cada grado de la escuela primaria y así llegan al secundario. Resulta muy difícil remontar esta situación en los primeros años de escuela media,más áun sin el acompañamiento de las familias. De allí los elevados niveles de repitencia que finalmente terminan en deserción, especialmente en zonas pobres donde los niveles nutricionales con los que acceden los chicos a la escuela son deficientes. Cuando los alumnos traen incorporados hábitos de trabajo y competencias lectoras desde la escuela primaria, en general logran culminar la escuela secundaria sin mayores dificultades.

Por otro lado, muchas veces los padres no se notifican de las evaluaciones que sus hijos realizan a lo largo del año, no se acercan a recibir el boletín, NO ACOMPAÑAN A LOS DOCENTES, cuando desde la escuela se vuelcan tales calificaciones en las libretas de comunicación, se realizan reuniones, se convocan entrevistas personales, hasta se envían telefonogramas para que se acerquen a la escuela durante el año, que es el momento en el que se está a tiempo de remontar situaciones de aprendizaje, pero muchas familias están totalmente desconectadas TODO EL AÑO de lo que sus hijos realizan en la escuela. Los padres consideran que mientras los chicos están en la escuela , no están en la calle, es decir es "como si estuvieran en una guardería", no en un lugar donde se gesta la formación académica de sus hijos y su futuro laboral o profesional.
Como si todo este panorama fuera poco, en nuestra sociedad
se ha perdido la "cultura del esfuerzo, del trabajo, DEL COMPROMISO Y LAS GANAS DE SUPERARSE" y así se van diluyendo generaciones de jóvenes , es decir existe un profundo conflicto en los valores. Se valora el " tener" no importa cómo se logra tener, si con estudio y esfuerzo o en un reality show, da igual. Muy poco interesa "EL SER",se pondera todo aquello que es efímero...se perdieron los ejemplos a seguir, no existen muchos referentes en los cuales guiarse.

Es responsabilidad del mundo del adulto fomentar "valores en la sociedad", porque es el adulto con sus años de vida y su experiencia acumulada quien debe guiar al joven.
No es lo mismo ser docente que alumno, ni ser padre que hijo; en ninguno de los dos casos " SON PARES". Por más que muchas veces los jóvenes manejen mejor la computadora, los padres y los docentes tienen mucho por transmitir a las nuevas generaciones.
Las nuevas tecnologías son herramientas muy valiosas que el docente debe saber aprovechar para motivar los aprendijazes, pero formar a una persona no es sólo manejar una PC.
Educar de manera integral, es lograr que ese ser humano aprenda lo máximo que pueda aprender, es salvando las distancias: "sacarle el mayor jugo a la naranja", es decir , que despliegue todos sus talentos, que descubra su vocación y que crezca en las virtudes, para colaborar con las familias en la formación de personas de bien, personas abiertas a sí mismas , a los demás y útiles a la sociedad y a la Patria.

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