Los glaciares argentinos: fuentes de agua dulce

Glaciar Spegazzini

Glaciar Perito Moreno

El glaciar es un cuerpo de hielo permanente que se forma por la acumulación y posterior compactación de la nieve sobre la superficie terrestre. Constituye un reservorio de agua dulce para un futuro no tan lejano.
En Argentina los glaciares se localizan a lo largo de la Cordillera de los Andes, limitando con Chile. Tienen diversos tamaños, siendo más pequeños en el sector norte hasta los grandes campos de hielo en el sur patagónico. Estos últimos se desarrollan en una extensión de 350 km y abarca una superficie de 13.ooo km2. Comprende 50 glaciares mayores y más de 100 menores que en el lado argentino drenan hacia los lagos Argentino y Viedma, destacándose el Glaciar Spegazzini, Upsala, Frías y Perito Moreno.

Cambio climático y glaciares

A partir de la década del 70 se ha registrado un sostenido aumento de la temperatura atmosférica promedio en el país. En la Patagonia este incremento fue más intenso en el sector sur. El aumento de la temperatura trajo como consecuencia el ascenso de la isoterma de 0 grado sobre la cordillera, temperatura límite para la fusión de las nieves eternas,de allí que gran parte de los glaciares comiencen a retroceder hacia los valles montañosos. Este proceso de retroceso fue observado en 48 de 50 glaciares que componen el Campo de Hielo Patagónico Sur.
Los únicos glaciares que continúan avanzando son el Perito Moreno y el Spegazzini.
Retrocesos similares se han registrado en los glaciares de áreas cuyanas. Los pronósticos indican que esta tendencia continuará, siendo la región cuyana una de las más afectadas del país a corto plazo.
Pero los efectos del cambio climático no son las únicas amenazas que ponen en peligro la subsistencia de estos reservorios de agua dulce.
Otra amenaza es la instalación de la megaminería en la región cordillerana rica en minerales diversos, entre ellos: oro, plata y cobre, destacándose la provincia de San Juan por la enorme cantidad de proyectos mineros.
La megaminería requiere de cuantiosas cantidades de agua que en esa área es provista por los glaciares. También sucede que la infraestructura para instalar la mina se ubica en áreas periglaciarias.

Ley de glaciares:


La ley 26.418 de presupuestos mínimos para la protección de glaciares y del ambiente periglaciar fue sancionada por el Congreso Nacional en el año 2008. Esta ley disponía la prohibición de todas las actividades humanas que pusieran en peligro el agua como recurso estratégico para el futuro. De esta forma se limitaba la localización de las grandes empresas mineras, entre otras actividades.
Sin embargo esta ley fue vetada por el Poder Ejecutivo en el año 2009. Entre los argumentos del veto se menciona la incoveniencia de prohibir las actividades productivas, principalmente la minería en la cordillera, ya que las economías provinciales dependientes de estas actividades podían verse perjudicadas.
Para ello muchas organizaciones ambientales denunciaron presiones de las empresas mineras. Luego del veto, la discusión continuó en el Congreso, donde se presentaron dos proyectos: el del diputado Miguel Bonasso que era exactamente igual a la ley vetada y el proyecto del senador Daniel Filmus que introducía cambios en la rigurosidad de la protección, permitiendo la continuidad de la explotación minera en la alta montaña.
Luego de un intenso debate se sancionó en septiembre del 2010 la ley 26.639, que detalla explícitamente las actividades de exploración y explotación minera permitida en la alta montaña y glaciares y al mismo tiempo , determina que las mineras ya instaladas deben presentar un informe ambiental para continuar con las actividades.
Más allá de los alcances de esta ley y su aplicación, la lucha por la protección de estos reservorios de agua dulce sigue aún vigente, en un mundo con una creciente demanda de este recurso vital para la vida del hombre.