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miércoles, 5 de enero de 2011

La vida en democracia, la resolución de conflictos y el rol de la escuela




El convivir de personas en grupos e instituciones es un proceso constructivo continuo donde ocurren transacciones, negociación de significados, conclusiones.
Este convivir va creando un significado común construido históricamente, de naturalidad y predictibilidad, que genera un sentido de familiaridad que llega a formar parte de la identidad del grupo y de quienes participan en él.
Frente a esto surge la paradoja de la convivencia escolar. Si convivir de una manera determinada es lo que forma a los actores capaces de valorar y vivir en democracia y la cultura de la paz, la propia convivencia escolar efectiva, " vivida" debiera ser impregnada y ser portadora de esas características.
Una complejidad para actuar sobre la convivencia es su INVISIBILIZACIÓN. Si se crearan experiencias reflexivas, críticas que visibilizaran la convivencia, la sacaran de su neutralidad y se la descubriera como principal gestora de lo formativo, surge otra complejidad que es la del uso y familiaridad de las prácticas en marcha.
Estas prácticas implican la adquisición y desarrollo de lo que se conocen como habilidades sociales o también llamadas por la Organización Mundial de la Salud " habilidades para la vida"
Estas habilidades abarcan tres categorías que se complementan y fortalecen entre sí:

1-HABILIDADES SOCIALES: HABILIDADES DE NEGOCIACION, COMUNICACION, ASERCIÓN, INTERPERSONALES, COOPERACIÓN, EMPATÍA.

2-HABILIDADES COGNITIVAS: TOMA DE DECISIONES Y RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS, COMPRENSIÓN DE LAS CONSECUENCIAS DE ACCIONES, DETERMINACIÓN DE SOLUCIONES ALTERNAS PARA LOS PROBLEMAS, PENSAMIENTO CRÍTICO, INFLUENCIA EN SUS PARES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN, ANÁLISIS DE LAS PROPIAS PERCEPCIONES Y DE LAS NORMAS Y CREENCIAS SOCIALES, AUTOEVALUACIÓN Y CLARIFICACIÓN DE VALORES.

3-HABILIDADES PARA EL CONTROL DE EMOCIONES: CONTROL DEL ESTRÉS, CONTROL DE SENTIMIENTOS INCLUYENDO LA IRA, HABILIDADES PARA AUMENTAR EL LOCUS DE CONTROL INTERNO ( MANEJO Y MONITOREO DE SÍ MISMO).

Es necesario que estas habilidades se adquieran desde niños y durante la adolescencia para el ejercicio de la ciudadanía en una sociedad democrática que requiere de una participación informada y responsable, no sólo para la defensa o reivindicación de derechos, sino para la toma de decisiones orientadas al bien común o aquellas que requiere el abordaje de conflictos de modo constructivo y cooperativo.

Otra clasificación de estas habilidades es la presentada por M. C. Fierro en " Comunidad educativa, un proceso de formación para la respons-habilidad"( Lecciones desde la práctica educativa innovadora en América Latina, UNESCO, 2008).

Allí identifica el autor las cuatro siguientes:

EMPATÍA: Definida como la capacidad para ponerse en el lugar del otro, lo que implica una actitud de apertura hacia la comprensión de las necesidades, intereses y sentimientos de los demás ante situaciones específicas.

DIÁLOGO: entendido como la capacidad de establecer interacciones comunicativas asertivas basadas en la "Escucha activa", es decir, poder expresar las ideas propias con claridad y al mismo tiempo, saber escuchar reconociendo al "otro" como legítimo interlocutor que puede ofrecer un punto diferente al nuestro.

AUTORREGULACIÓN: que se entiende como el dominio que el sujeto ejerce sobre sí mismo, controlando su comportamiento en función de las expectativas sociales vigentes.

PENSAMIENTO CRÍTICO ASOCIADO A LA TOMA DE DECISIONES: es decir la capacidad de desarrollar un juicio evaluativo sobre alguna situación o acontecimiento dado, sopensando diversas alternativas con vistas a elegir la más adecuada.
Estas capacidades o habilidades para la vida y su apropiación , nos permiten enfrentar de un modo positivo, constructivo y muchas veces participativo los desafíos de una vida democrática y un abordaje pacífico de las situaciones de conflicto.

El conflicto es parte constitutiva de la vida social y tiene su origen en la diversidad intrínseca de los seres humanos. Puede ser un motor de cambio y una oportunidad para el desarrollo.
Se lo concibe como una desviación del "estado normal" de actitudes y comportamientos. Se lo asocia a la angustia y al dolor y por lo general se lo tiende a evitar o suprimir.
Sin embargo el conflicto resulta inherente al proceso de cambio dentro de los individuos y en el seno de la sociedad, proceso que las personas pueden aprender a abordar creativamente.

La educación sobre el conflicto constituye la base esencial de la educación para la paz y debe ser materia de interés para todos los educadores tanto en la esfera de lo formal como lo informal y porque no desde el seno de las familias que son los primeros educadores.
Posee consecuencias para una escolarización agradable y eficaz, para el desarrollo de relaciones comunitarias armoniosas basadas en la tolerancia y respeto por las diferencias y en un compromiso con la justicia social y para la meta a largo o mediano plazo de relaciones políticas nacionales e internacionales pacíficas en donde ya no se considere la GUERRA, LA GUERRILLA, ATENTADOS O CUALQUIER FORMA DE VIOLENCIA, COMO UN MEDIO ACEPTABLE DE SOLUCIÓN DE DISPUTA.
Los conflictos son por lo general PROCESOS COMPLEJOS que se dan en la interacción entre individuos o grupos que mantienen una relación. Pensarlos como procesos supone que tienen CAUSAS que generan su aparición y que sufren un desarrollo durante el cual se transforman pudiendo desaparecer, mantenerse estacionarios o crecer, llevándolo a niveles de mayor complejidad.

A modo de cierre:
Hablar de una educación para el ejercicio de la ciudadanía democrática, supone la construcción de una experiencia escolar formativa para desarrollar valores, actitudes, habilidades sociales, emocionales y éticas que sustentan una convivencia social donde todos participan, comparten y se desarrollan plenamente.
Además supone una educación capaz de incluir una amplia gama de estudiantes tradicionalmente excluídos, que comienzan a ser tenidos en cuenta desde el punto de vista de la responsabilidad de su desarrollo.
Una educación inclusiva, que promueva la equidad entre sus alumnos constituye UNA SÓLIDA BASE PARA UNA CONVIVENCIA SOCIAL POSITIVA, EN LA QUE TODOS PUEDEN SENTIRSE PARTE DE ELLA Y ESTÉN DISPUESTOS A OFRECER SU COLABORACIÓN A OTROS.

Fuente: Adaptación y síntesis :" Ciudadanía democrática, convivencia escolar y abordaje cooperativo de conflictos" Ministerio de Educación. Cdad de Bs As. Año 2010.

1 comentario:

Lola dijo...

Si nos detuvieramos por un momento a pensar en las consecuencias de nuestras acciones ¡cuantos dolores de cabeza nos ahorraríamos! pero no nos educaron así!por eso nos pasan tantas cosas que nos pasan...